Monseñor Anselmo Zarza y Bernal - Cada uno tiene su misión
Actualizado: 22 ene 2021
La Iglesia no tiene nada que ver con la política ni con la economía, ni con los sociólogos. Los miembros de Iglesia, los fieles, son los que están haciendo política, los que están haciendo economía... La misión de la Iglesia termina con la formación para la eucaristía y los sacramentos.
Lo anterior fue expresado por el Obispo de León, Mons. Anselmo Zarza y Bernal, quien agregó que la Iglesia tiene derecho a instruir a su pueblo en toda la amplitud de la moral. Lo que tenemos prohibido es tomar parte en la política de partido...
La entrevista con Monseñor Zarza y Bernal es la siguiente:
La enjarrada bóveda artesanal hace eco a las palabras "puede pasar" del secretario del señor Obispo. Cruzo la oficina recibiendo de las frías losas el sonido de mi caminar. Al abrir la puerta, Don Anselmo Zarza y Bernal con su acostumbrada sonrisa y todo de negro, se dirige tendiéndome la mano que muestra su anillo dorado. "¿Siempre viste de negro?", le pregunto mientras nos instalamos en una oficina de ambiente sobrio.
Yo no uso otro color. El negro se me hace muy elegante, como de etiqueta. En el seminario de Puebla teníamos que andar hasta de chaleco y sombrero negros.
Ahora se usa chamarra sport.
LICENCIADO EN DERECHO CANONICO
LM.- ¿De qué parte de México es usted?
SO.- Yo nací en Atlixco, Puebla, abajo de los volcanes, en el camino a Oaxaca. Atlixco tiene el clima más hermoso del mundo: todo el año está verde y tiene unas cebollas enormes, aguacates, duraznos, limas, mameyes, chirimoyas... Allí hice mi primaria y a los trece años entré al seminario de Puebla, donde estudié ocho años.
Después me fui a Roma a terminar teología y a estudiar derecho.
Soy licenciado en Derecho Canónico.
LM.- ¿Viven sus padres?
SO.- Don David murió en 73. Doña Catalina murió en 67. Mi papá era de Toluca y mi mamá de Acámbaro. Se casaron en Morelia y se fueron a vivir a México. Mi papá toda su vida fue molinero de trigo, desde 1910 hasta que se jubiló. Trabajaba en la "Cía. Harinera de México" cuando lo llamaron de Atlixco para instalar un molino nuevo, y ya no lo dejaron volver a México.
Y recordando su vocación, cruza sus brazos y en sus ojos cafés noto un brillo cuando dice: "Desde niño me gustó la vida religiosa. Mis papás eran católicos de misa los domingos y comunión pascual. Rezábamos el rosario todos los días. A los 7 años fui con el padre y le dije: "Yo quiero ser católico". Esto era en el 23. En el 26 se inicia la persecución que duraría hasta el 29, año en que entré al seminario. En 34 Cárdenas clausuró los seminarios, y alrededor de treinta seminaristas nos movíamos de un lugar a otro para poder terminar esta carrera".
LM.- ¿Afirmó todo esto su decisión de ser sacerdote?
SO.- Sólo hubo un momento en que dudé. Estábamos en un viejo casco de hacienda, junto a una gran factoría de lámina de acero.
Es un lugar en donde estuvo el Papa. Había muchos moscos y dormíamos en una troje que olía como a murciélagos. Estaba tan feo, que le decíamos al padre Abascal: "Yo creo que no pierdo sólo la vocación, sino hasta la Fe".
LM.- ¿Cuándo lo nombraron Obispo?
SO.- Fui primero obispo de Linares, Nuevo México, en el 62, pero sólo por tres años y medio. Estaba yo apenas comenzando a hacer mi Diócesis de juguete (risas). Cuando me mandaron para acá.
Aquí va tengo 20 años y medio.
Sólo me sobran 4 y medio, pues al cumplir setenta y cinco, hay que renunciar.
UN OBISPO EN EL CERRO
LM.- ¿Y qué va usted a hacer, Su Ilustrísima?
SO.- Me quiero ir a Cristo Rey.
Porque ahí confieso, ahí predico, ahí digo misa, ahí tengo trabajo.
Si me voy a encerrar a la Casa del Sacerdote en Puebla, me muero.
Mi vida ha sido siempre de mucha actividad.
LM.- ¿Usted puede escoger el lugar a donde quiere irse?
SO.- Se lo pido al Papa. El Obispo que renuncia puede quedarse, pero no estorbar a su sucesor.
Entonces me subo al cerro y no estorbo, (reímos).
Se oye el repiquetear de un teléfono, que no le disturba, pues parece solamente preocupado por que yo me sienta a gusto y atenta a la conversación. Seguimos.
LM.- ¿Cuántos municipios abarca su Diócesis?
SO.- Ocampo, San Felipe, Guanajuato, San Francisco del Rincón, Irapuato, Silao y Manuel
Doblado, pero con varias parroquias en cada uno. Tengo a mi cargo 215 sacerdotes y alrededor de 100 religiosas.
LM.- ¿Y cuál es realmente su trabajo?
SO.- El Obispo tiene gran variedad de actividades. El lunes fui a San Francisco del Rincón; el martes, a Irapuato. Los miércoles tengo dispensas matrimoniales, licencias y correspondencia. La visita pastoral la tiene que hacer el Obispo cada cinco años. Ahorita ya tengo treinta y cinco parroquias visitadas; me faltan cuarenta. Y reviso los libros en cada parroquia. También visito los ranchos y confirmo. Por ejemplo, en Silao confirmé más de cinco mil chiquitines en tres días.
LM.- ¿Cuántos idiomas habla Su Ilustrísima?
SO.- Bueno, español (ríe), italiano, francés y le hago algo al inglés para defenderme.
¿POSESOS O PSICÓPATAS?
En 1534 tuvo lugar el Concilio Tridentino, y tres siglos después el Concilio Vaticano, cuando el Papa Juan XXIII se dio cuenta del avance de la cultura moderna...
Y de que la iglesia se había quedado un poquito al margen. Por eso quiso él un diálogo con el mundo y por eso convocó al Concilio.
Los concilios se hacen por las variantes en la cultura. El Papa Juan Pablo II, siguiendo las indicaciones del Concilio, quitó todas las órdenes menores, desde la coronita que se hacía uno antes, Y pidió que las órdenes empezaran en el diaconado. Los ministerios los pueden desarrollar también los laicos. Pueden desempeñar por ejemplo los puestos de portero o de lector, que antes no se daban a nadie que no fuera sacerdote.
También había exorcistas, porque antiguamente había más casos de posesión "diabólica", me explica el Sr. Obispo.
LM.- ¿Por qué cree usted que antes había más casos?
SO.- Yo no digo que no pueden darse casos ahora. Yo conozco un caso comprobado en Puebla. Ahora, como ha progresado la medicina, digamos que es más fácil considerarla como una cuestión psicopática. Pero en cuarenta y siete años de sacerdote, sólo conozco un caso.
LM.- ¿Y si la medicina dice: "Ya no hay nada que hacer?"
SO.- Entonces, con la autorización del Obispo, debe intervenir un sacerdote con ciertas cualidades y mucha preparación... Los médicos tienen una filosofía materialista. No le dan mucha importancia al aspecto espiritual. Su ciencia es de tipo freudiano.
UN CANDIDATO DEL PRI EN EL OBISPADO
LM.- ¿Sus funciones como Obispo, cuáles son?
SO.- Enseñar, santificar, guiar: oficio de maestro, oficio de sacerdote, oficio de pastor.
LM.- Su Diócesis difiere mucho de otras, como la de Chihuahua, que propician la concientización de la gente en el aspecto político.
SO.- La iglesia tiene derecho a instruir a su pueblo en toda la amplitud de la moral. Lo que tenemos prohibido es tomar parte en la política de partido. Nosotros no tenemos voto como sacerdotes, que nos lo han quitado. Por derecho natural yo soy ciudadano. Política, en sentido amplísimo, es procurar el bien. Si yo le extiendo una circular para el Banco de Ojos, estoy haciendo política, estoy procurando el bien de mi pueblo. Un candidato a la presidencia por el PRI vino a verme para cambiar impresiones. Me dijo: "Ustedes tienen al pueblo, nosotros tenemos el poder. Vamos a marchar de acuerdo". Cada uno tiene su misión, su ámbito, y no debe invadir terrenos ajenos." Colaboración, no interferencia. A mi que me demuestren que me meto en política. Al contrario, siempre me reprochan en A.M. y en Contacto que nada más hago puros rosarios. (Ríe).
LA PERLA PRECIOSA DE LA IGLESIA
La oficina del señor Obispo es de techo y ventanas altas; hay tres grandes cuadros con motivos religiosos frente a los sofás donde estamos, y un librero completo gruesos libros, que por su afirmación a la lectura Monseñor afirma haber leído la mayor parte. "También me distraigo a la hora de la cena en la T.V, con una niñita de ocho años que se llama "PUNKY" que hace muchas travesuras. Los niños me divierten, me fascinan".
LM.- ¿Y qué opinión tiene usted del celibato en la iglesia católica?
SO.- Es la perla más preciosa, el tesoro más grande de la Iglesia.
Los sacerdotes tienen que ser como ángeles. Y los ángeles están adorando a Dios.
LM.- Pero ellos son ángeles y usted es humano...
SO.- Eso mismo digo yo. A los ángeles no les cuesta trabajo, en cambio mi camino es seguir a Cristo.
LM.- ¿A usted le gustaría ser Arzobispo?
SO.- Es lo mismo que un Obispo, pero con más responsabilidad. Pero yo no cambio ningún Arzobispado por mi Obispado. ¡Una gente como la de León no la hay! Por eso León ha dado muchos obispos.
LM.- Y eso le da mucho orgullo...
SO.- Bueno, no orgullo: satisfacción. Mira: Tulancingo, Huajuapan de León, Mexicali, Nuevo Casas Grandes y Tuxtepec.
LM.- ¿Qué rasgo le atrae más en Jesucristo?
SO.- Su bondad, su misericordia.
A él lo rechazaron muchos, pero él no rechaza. De modo que si yo me porto mal una, dos, tres, veinte o cien veces, siempre regreso con él.
LM.- ¿La Iglesia concibe la eternidad como un futuro o como un presente?
SO.- No es un futuro, es una realidad. Aquí está el Reino, y es nuestro trabajo que sea un Reino de justicia, de amor y de paz...
Tenemos que construir el Reino desde aquí abajo.
LM.- ¿Y cuando se dice: "Llegar a gozar la Eterna Gloria"?
SO.- Bueno, pues hay un cambio: allá no hay lágrimas; pero es en el presente que hay que ganársela.
INTERIOR Y EXTERIOR
Son las doce del día y se oyen las campanadas graves y pausadas de la Catedral como dándole aprobación a sus palabras.
LM.- Su Ilustrísima, ¿la religión es algo interior o exterior?
SO.- Interior y exterior. La primera obligación de los cristianos es llevar marcado en la frente el signo de Cristo: ¿Qué diría usted de un soldado al que le diera vergüenza salir a la calle con el uniforme?
Entonces para qué se mete.
La Iglesia no tiene nada que ver con la política, ni con la economía, ni con los sociólogos. Los miembros de la iglesia, los fieles, son los que están haciendo política, los que están haciendo economía... La misión de la iglesia termina con la formación, la predicación, el anuncio y la santificación para la eucaristía y los sacramentos.
LM.- ¿Donaría usted sus órganos cuando muriera?
SO.- Mis ojos aunque viejos, le pueden dar vista a otro viejito.
Un obispo da todo...
LM.- ¿Cuántas veces ha estado con el Papa?
SO.- Con el Papa Juan Pablo y dos veces. También he conocido a Pio XI, a Pio XII, a Juan XXIII, a Juan Pablo I y a Pablo VI, seis en total.
LM.- ¿Qué nos puede enviar a todo su pueblo?
SO.- Una bendición y los mejores deseos de prosperidad en estos días en todos los hogares.
Amablemente se levanta para hacerlo también por escrito, educado y cortés en todo momento, sin que hubiese preguntas que le irritaran o que esquivara mediante el silencio o la diplomacia.
Incluso si no se está de acuerdo con su ideología, no se puede evitar el respetarlo e incluso cobrarle afecto.
ll Enero/1987
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