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Foto del escritorLuz Marcela Vera

Héctor Lopez - El acelerador de electrones "Pelletrones"

Actualizado: 20 ene 2021

EI auge de la invención empezó a mediados del siglo diecinueve y fue tomado como presagio de que de ahí en adelante ya todo sería posible para la humanidad.

La fotografía dio a las masas lo que el retratista sólo ofrecía a las élites. El dominio del aire efectivamente redujo la magnitud del planeta. El uso del espectro electromagnético produjo la radio, la televisión y el radar en menos de un siglo.

La gran familia de materiales nuevos fabricados por el hombre pasó a ser parte de la vida diaria.

El control de la energía atómica trajo consigo la posibilidad del poder ilimitado, así como, en un campo totalmente distinto, los nuevos descubrimientos en la biología y en la genética, empezaron a ofrecer la posibilidad de que el hombre decidiera al menos en parte su propio destino.


UNA CURIOSIDAD UN TANTO MISTERIOSA

"Probablemente mi interés hacia la investigación nuclear fue como una curiosidad un tanto misteriosa".

Es la voz del leonés y destacado científico, el ingeniero Héctor López, que durante una visita guiada por las instalaciones del Instituto Nacional de Energía Nuclear. Explica: "Hice la preprimaria en León, y continué mis estudios en el Colegio La Salle y en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Guadalajara".

Después de recorrer la autopista a Toluca, nos hemos introducido entre tupidos pinos por una vía lateral, que sin mayor anuncio, desemboca al conjunto del Centro Nuclear, en el que laboran día y noche 1,200 personas. "Desde mi infancia, dos personas sembraron en mí la inquietud por el conocimiento de la física: Mi padre y mi abuelo. Mi hermano y yo pasabamos muchas horas con mi abuelo, quien nos transmitió sus conocimientos sobre fotografía y sobre la construcción de telescopios... El abuelo no se detenía ante nada en lo técnico y se empeñaba en resolver problemas con los recursos más sencillos. Con él y mi padre ha sido un aprender continuo.

Siempre fue agradable estar cerca de ellos. Al terminar mis estudios universitarios, mi papá, el ingeniero Armando López Martín del Campo, nos invitó a hacer la tesis en el Instituto de Investigaciones Científicas de la Universidad de Guanajuato. El tema fue: "Emisión, aceleración y enfoque de un haz de electrones de 0.5 Mev."

- Entrar al INEN exige pasar una fuerte inspección.

Ya con gafetes, firmas e identificación y respaldada por el ingeniero Héctor López, se abren automáticamente todas las áreas. Escogí el tema de los aceleradores de electrones para mi tesis porque con ellos se obtienen cambios físicos y químicos muy interesantes. Son las máquinas más sofisticadas, más interesantes, que le permiten al hombre encontrar nuevos caminos hacia el conocimiento.

Estando en Guanajuato, me solicitaron colaborar en el Instituto Nacional de Energía Nuclear. A nivel de un prototipo experimental, se había iniciado la construcción de un generador electroestático, y en él estaban trabajando tres personas: el Dr. Fernando Alba Andrade (director del centro en ese momento), el ingeniero Armando López Martín del Campo (director de la División de Aplicaciones industriales y director general de ecología del INEN) y el Ing. Héctor del Castillo. Yo entré como ingeniero residente en la construcción de un nuevo Acelerador que se llamaría Acelerador de electrones Pelletron. Y me vine a México a iniciar el traslado del generador electrostático del Instituto de Física al de Energía Nuclear, y en donde continuamos desarrollándolo hasta convertirlo en un acelerador de electrones. Cabe mencionar que mi padre se ha distinguido siempre por tratar de que los institutos científicos colaboren entre sí para llevar a cabo proyectos multidisciplinarios.

PREMIO NABOR CARRILLO

Héctor López recibe en 1988 el Premio Nabor Carrillo por el diseño, construcción y puesta en operación del acelerador de electrones Pelletron. Y a finales de ese mismo año se le invita a colaborar en la conmemoración del décimo centenario de la universidad más antigua de Europa, la Universidad de Bolonia.

Hoy el ingeniero Héctor López está trabajando en un proyecto que se considera tendrá gran repercusión. El título de ese proyecto es: Aplicación de las Radiaciones Ionizantes en el mejoramiento del medio Ambiente. "Sí, - confirma -. Los aceleradores se han aplicado en tres temas fundamentales relacionados con el medio ambiente, y son: irradiación de gases de combustión, y de gases producidos por siderúrgicas o por plantas generadoras de energía eléctrica que utilizan carbón combustóleo. Al quemarse estos productos, se generan óxidos de nitrógeno y azufre, que son sumamente dañinos. Se ha comprobado a nivel internacional, en base a varias plantas piloto, que se pueden reducir estos contaminantes aplicando las radiaciones ionizantes a los gases de las chimeneas en presencia de vapores de amoníaco, para hacer reaccionar estos gases y tener como subproducto nitrato y sulfato de amonio, que son fertilizantes, reduciendo la contaminación en alrededor de un 85 a un 95 por ciento. La realización de este proyecto tendrá repercusión desde el punto de vista del mejoramiento del medio ambiente, y, además servirá de apoyo a la agroindustria... Los otros dos temas relacionados con los aceleradores y el medio ambiente son la irradiación del lodo y de las aguas residuales. En el tratamiento de aguas residuales queda como subproducto lodo residual, el cual se va acumulando día a día y está altamente contaminado de patógenos. Se ha demostrado en Alemania, en los Estados Unidos y en Japón, que la irradiación de lodos y aguas residuales permite la desinfección en ambos casos. Y como en el caso anterior, el nitrato y el sulfato de amonio que se colectan por medios electrostáticos, se pueden utilizar como fertilizantes agrícolas".

UNA PLANTA DE RAYOS GAMMA

Dentro de la completa visita, pasamos a una enorme nave, siempre vigilados por circuito cerrado, donde se encuentra una mole naranja con sus tripas de colores a la intemperie. Cadenas y poleas cuelgan de lo alto del techo. El lugar es frío y la luz es verde. Un silencio se impone. Es el acelerador de electrones. "En el área tanto de investigación como industrial hay dos fuentes de radiación: los radioisótopos y los aceleradores de partículas:

Hay varias aplicaciones con radioisótopos, como por ejemplo la medición del volumen por dilución isotópica, la medición de flujos en duetos, etc. Y dentro de las aplicaciones de las radiaciones, a nivel industrial y de investigación, existen dos fuentes: las plantas de gamma y los aceleradores de partículas. El Instituto Nacional de Energía Nuclear cuenta con una planta de rayos gamma, y utiliza como fuente de radiación el cobalto 60.

Esta planta opera 24 horas al día de lunes a viernes irradiando productos desechables, toallas sanitarias, envases y muchos otros productos más, hasta lograr su esterilización con un acelerador de electrones tipo Pelletron, que permite hacer investigaciones en diferentes áreas, como irradiación de polímeros para su reticulación; irradiación de alimentos para su desinfección y/o tratamiento cuarentenario, como en el caso del mango y los cítricos, para evitar la emergencia de la mosca mexicana de la fruta; irradiación de lodos y aguas residuales para su desinfección y posible reúso; irradiación de gases de chimenea para la eliminación de óxidos de nitrógeno y azufre, y la obtención de nitrato y sulfato de amonio".

En una época en la que el ritmo de la vida está marcado por la velocidad de procesamiento de las computadoras, la implantación de las aplicaciones pacíficas de la energía nuclear empieza ya a ser historia. En México estamos trabajando con científicos que aman este trabajo. El ingeniero Héctor López es uno de ellos.


17 DICIEMBRE 1989

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