Lic. Pablo Ramírez Suarez - La cruz de los mayas puede ser la cruz cristiana
Actualizado: 10 ene 2021
Hacerle la entrevista a Pablo Ramírez, representa hacer un viaje a Chiapas. La manera más corta de conectar con uno de los vuelos que salen de la ciudad de México a Tuxtla Gutiérrez. Ahí empieza esta interesante vivencia guiados por un leones que en su afán de realizar una labor social, "de ser útil", llegó a San Cristóbal las Casas hace veintiséis años. Allí estudió, en la Universidad Autónoma de Chiapas, Humanidades Clásicas y obtuvo la licenciatura de Filosofía con especialidad en Psicología.
Además de una maestría que hizo en la Universidad de Alabama, en Birmingham, E.U.
Ahora director jurídico de la Subsecretaría de Asuntos Indígenas, trabaja en asistir a todas las comunidades indígenas de Chiapas.
Con absoluto respeto para sus tradiciones y formas de vida. Durante el trayecto en carro de Tuxtla Gutiérrez, la capital del Estado, a San Cristóbal, recordamos que de los dos millones de kilómetros cuadrados con que cuenta el país, 74 mil pertenecen a Chiapas. Que Chiapas ocupa el 1er. lugar en el país en producción de café y de cacao y el 3ro. en producción de maíz. Hay tres zonas fundamentalmente distintas. La zona de la costa, riquísima, tiene aproximadamente 400 kms. de litoral. En seguida está la región del Soconusco, eminentemente cafetalera y de mucha historia, pues a Cervantes, según cuenta en El Quijote, le llegaron a ofrecer la gubernatura de esta zona. ¡De modo que a punto estuvo El Quijote de ser escrito en Chiapas!
El resto son los grandes valles que bajan hacia donde está la presa de La Angostura, región con muchísima agricultura y ganado.
El coche se detiene. Nos hemos parado en uno de los lados de la presa de Chicoasén. Esta presa es una de las tres que forman el conjunto hidroeléctrico que tiene el estado de Chiapas, las cuales producen el 85% de la energía eléctrica del país.
Tomamos una de las lanchas con motor para hacer el paseo por el Cañón del Sumidero, que lleva hasta la gran cortina. Es un recorrido hermoso, con sus enormes vistas. Llegan a tener hasta 1,500 metros de altura las paredes que detienen esa gran cantidad de agua. Al seguir nuestro camino cruzamos por Chiapa de Corzo, ciudad fundada por los españoles en 1528, y que conserva en una fuente colonial la réplica de la corona española.
El coche empieza a subir de 400 mts. hasta llegar a los 2,000 sobre nivel del mar, recorriendo 370 curvas en 85 kms. que nos llevan a San Cristóbal las Casas, que era capital de Chiapas desde su fundación hasta 1892, cuando se pasó a Tuxtla. Lo que es ahora el Estado de Chiapas dejo de depender de la Capitanía General de Guatemala hasta 1824, en que se unió a México mediante un plebiscito realizado entre los chiapanecos.
O sea que Chiapas se integró a nuestro país tres años después de haber sido éste fundado.
Como por un túnel del tiempo, nos adentramos a lugares como de magia, Chamulas o Zinacantecos vestidos con una especia de jorongo negro muy rudo, otros en rojo. Ellas con falda larga en azul, blusas en blanco y cintos en rojo.
Su acostumbrada trenza por demás negra y el descalcismo en su apogeo.
LM.- ¿Cómo es su organización familiar, Pablo?
PR.- La familia se forma siendo muy jóvenes los integrantes. Una vez que puede concebir, la mujer está en aptitud de casarse. Y el hombre, cuando puede trabajar. No existe el noviazgo. Una vez aceptado, el hombre se va a vivir a la casa de la muchacha, sin cohabitar con ella. Allí observa si la mujer se levanta temprano, si sabe reavivar el fuego, cocer los frijoles, hacer las tortillas, etc. Y la muchacha observa si el hombre sabe trabajar la milpa, si cumple las obligaciones que le corresponden... Y una vez que están los dos de acuerdo, se van fuera de la casa y cohabitan y ya están casados.
LA CONSERVADORA DE LA TRADICION
Nos llama la atención el paso de una familia: ella lleva en los hombros una pila de lefia, arriba de la lefia un niño y en los brazos un cántaro. El hombre atrás, montado en un burro.
LM.- Pablo, explícanos.
PR.- Eso no es una forma de marginación, sino una tradición de cultura familiar de los indígenas.
La mujer representa ese exquisito papel de ser la conservadora de la tradición. ¿Cómo? En las formas diarias de vivir: ella tiene que reavivar el fuego, tiene que rezar para que le vaya bien a su marido, tiene que hacer la ropa, y la trama del tejido tiene un significado.
Con paciencia infinita y un cariño excesivo, las mujeres retratan en sus bordados toda su
cultura, su concepción del origen del hombre y del mundo.
Con el sol va puesto, llegamos al lugar donde nos hospedaremos de nombre Na-Bolom (Jaguar). Es una casa-museo, propiedad de la Sra. Gertrude Duby, esposa de Franz Blom (danés), arqueólogo, autor de "Tribus y Templos". Pareja radicada en Chiapas por su afición a la vida de los mayas. La casa es además un centro de estudios científicos sobre los mayas.
Tiene la mayor bibliografía después del Centro de Estudios Mayas de la UNAM y de la Universidad de Harvard.
Al día siguiente, el paseo al mercado nos descubre lo pintoresco y bullicioso de un domingo. Hay una variedad en flores, frutas, semillas y hierbas de los alrededores, cuando bajan los Chamulas, Zinacantecos, Tenejapanecos, Hubctectos, etc.
LM.- Pablo, ¿Cuál es el origen de estos grupos y cómo están distribuidos?
PR.- Son de origen maya. Pero el origen de los mayas es todavía un misterio. También son de origen maya los grupos zotzil, tzeltal, cho, tojolabal, mame, mochó, cakchiquel, lacandón y zoque. Y también poco sabemos cómo desapareció la gran cultura maya.
Estos 9 grupos están distribuidos en 67 de los 109 municipios (eran 110, pero el Chiconal sepultó a uno). Habitan en seis mil localidades aproximadamente 750 mil indígenas, más de la tercera parte de la población total de Chiapas, que es de los dos millones doscientos mil habitantes. Cada grupo conserva sus formas lingüísticas y sus costumbres propias, pero sobre una base común que es la cultura maya. Algunos de ellos se acercan a saludar a Pablo. El habla el tzotzil y tzeltal, y entiende varias formas dialectales.
En la ciudad visitamos el templo de Santo Domingo del siglo XVI que tiene la fachada más rica en estilo churrigueresco. Todo su interior es al estilo del Templo de Valenciana.
LA COSMOVISION DE LOS MAYAS
LM.- ¿Cómo es el mundo según los mayas?
PR.- Pues es como un gran plano sostenido en sus cuatro esquinas por cuatro árboles, las ceibas sagradas. Su cosmovisión es teocéntrica: Dios se encuentra en el centro del Universo. Y el dios principal es el Sol, Chultotic.
LM.- Pero, en la actualidad.
PR.- Ahora han combinado la religión maya con la religión cristiana.
A esto se le llama sincretismo.
Practican una religión animista. Todos los objetos para ellos tienen un alma, un principio de vida. Y para ganarse el favor divino sobre los objetos y sobre todo en los actos de su vida, tienen que rezar todos los días. Le rezan al Dios cristiano que les impusieron los españoles, pero fundamentalmente le rezan al gran Chultotic.
La sombra de un gran árbol en plena plaza, nos hace foro para oír las palabras que salen de Pablo con voz clara, en respuesta a la siguiente pregunta:
LM.- ¿Y en cuanto a su organización política... ?
PR.- Han adoptado la forma de gobierno constitucional. Tienen presidentes municipales, pero también autoridades tradicionales. La comunidad indígena es una comunidad igualitaria. Cuando una persona se está haciendo más rica que las demás, le dan un cargo tradicional que le va a obligar a gastar mucho dinero. Relativamente, pues el ingreso anual per cápita de los indígenas es de 25 mil pesos. Entonces va a tener que trabajar muy duro, va a tener que ser un modelo de hombre para hacerse merecedor del cargo. A ellos les importa ciertamente tener, pero les importa más "ser".
LM.- Entonces la religión cristiana no llegó a ahondar, y sin embargo tienen una pátina de cristianismo...
PR.- Lo que se impone jamás ahonda en el alma de la gente.
Ellos adoptaron "las formas" cristianas, pero siguieron conservando "el fondo" de su religión.
Para los chamulas, la imagen de un santo no es solamente una imagen, sino el dios mismo.
¡En realidad están rezándole a sus antiguos ídolos!
DE QUETZALCOATL A PEPSICOATL
Para comprender mejor esto, Pablo nos lleva a visitar el templo del poblado de los Chamulas. Una gran sorpresa nos depara, pues no hay bancas ni altar. El piso está lleno de velas de diferentes tamaños y colores que encendidas le dan un ambiente especial. Se oye el rezo de los grupos de indios que se encuentran hincados frente a alguna imagen. Aguardiente, huevos, refrescos y alguna gallina los tienen como ofrendas junto a ellos.
La historia maya tiene un carácter alucinante y circular.
Octavio Paz
Estarnos dentro del templo de los Chamulas, en Chiapas. Uno de los lugares que visitamos en el viaje que hacemos para comprender la labor que con enorme paciencia y amor increíble ha sembrado Pablo Ramírez, director jurídico de la Subsecretaría de Asuntos Indígenas, entre todos estos grupos de origen maya a los que la imposición de la religión cristiana no ha podido borrar sus mitos creados durante dos mil años de cultura indígena.
En 1712, 1869 y 1911 los los indígenas se han rebelado contra la religión católica y han querido hacer su propia religión católica y su propia iglesia. Hay una referencia literaria de este problema en la novela "Oficio de tinieblas", de Rosario Castellanos, en la que un grupo de indígenas mayas, después de matar al sacerdote católico que les destruyó sus imágenes, crucifica a un joven para tener su propio Cristo. Y también su Virgen María.
El templo, como explicaba anteriormente, está vacío por dentro de bancas y altares. Sólo quedan algunas imágenes adosadas a los muros, hacia las cuales los indígenas, de rodillas con sus vestimentas típicas, les hablan en voz alta. Tiene prendidas cientos de velas en el suelo que acompañan de refrescos, aguardiente, huevos y gallinas. Pablo explica "La vela es un alimento para la tierra y para el dios. El aguardiente también forma parte del rito y simboliza la amistad. Lo mismo que ahora sería el refresco embotellado, según don Carlos Fuentes, que ha llamado este fenómeno de traspolación cultural "De Quetzalcoatl a Pepsicoatl". Los huevos son un elemento mágico en todas las culturas antiguas y sirven para limpiar a la gente de los embrujos.
La gallina es el animal cuya sangre van a ofrecer, pero al templo sólo la llevan a bendecir".
LM.- ¿Sigue el rito de la sangre siendo necesario para honrar a sus dioses?
PR.- Así es. Cuando se va a construir una casa, es totalmente necesario sembrar una gallina en medio de donde va a quedar la casa. Y cuando está terminada, van a regar los rincones y el techo con sangre, para protegerla.
LM.- Y el murmullo que se oye. ¿Están rezando?
PR.- Sí, son verdaderos salmos, Luz Marcela. Son solicitudes de bendición o de perdón a Dios, como los salmos bíblicos. Y para confesarse lo hacen en pareja. El hombre delante de los santos dice cuáles son las faltas de la mujer, en voz alta. Y la mujer dice cuáles son las faltas del hombre. Es una forma muy hermosa, muy saludable de limpiarse espiritualmente.
Ahora existe desafortunadamente, una organización norteamericana de la iglesia presbiteriana, el Instituto Lingüístico de Verano, que empezó a hacer estudios "lingüísticos", pero con el fin de ganar prosélitos para su iglesia. Y esto fue la punta de lanza, pues atrás de ellos vinieron muchísimas sectas que han creado un gravísimo problema de división por motivos religiosos entre los indígenas.
LA MILPA CRECE EN FORMA DE CRUZ Y ELLOS NACIERON DEL MAIZ
LM.- ¿El templo es el único lugar donde ellos hacen contacto con Dios?
PR.- No. El templo es el lugar principal, pero tienen otros. En los cerros ponen cruces de pino adornadas con geranios para simbolizar que ése es un lugar sagrado.
El pino y el geranio representan a la naturaleza. La cruz puede ser la cruz cristiana, pero
también puede ser una reminiscencia de su origen. Porque según los mitos del Popol-Vu y del Chilam-Balam, ellos nacieron del maíz, y la milpa crece en forma de cruz. Por eso ellos tienen la necesidad imperiosa de comer maíz, no tanto para alimentarse fisiológicamente, sino espiritualmente.
¿Quién puede asegurar que la cruz de Palenque no es la cruz cristiana?
Al día siguiente en el desayuno y saboreando una taza del buen café chiapaneco, proseguimos la plática.
LM.- ¿Sienten los indios alguna forma de rencor social o de enojo contra el hombre civilizado?
PR.- Enojo no. Creo que se ha superado ese resquemor que había entre los indígenas por haber sido tomados como bestias de carga.
Es una realidad que la gente hasta hace muy poco viajaba en la espalda de los indígenas, en los tamemes. Tameme es una silla que llevaban los indígenas en la espalda y sobre la que viajaban las personas mediante el pago de un precio o gratuitamente.
Para ellos, nosotros somos los "caxlanes", que quiere decir que nacemos de una forma muy fea.
Ellos son "hach winik", que quiere decir "hombre verdadero", y hablan el "hach sikop", que es la lengua verdadera. Hasta hace poco los indígenas sentían un respeto temeroso hacia el caxlan, tal vez porque era el que poseía la fuerza de recurrir a la autoridad para que castigaran al indio de la ciudad.
LM.- ¿Cómo puede llegar otra forma de vida que les quiera imponer ciertas leyes, castigando a un indio por algo que no está penado en la de ellos? ¿No es forzarlos a entrar a un mundo que no es el de ellos?
PR.- Es todo un problema jurídico.
El derecho positivo mexicano no se hizo teniendo en cuenta a estas gentes. Y no se podía hacer, porque una de las características del derecho es su generalidad. Las leyes son para todos. Una de mis tareas consiste en determinar las faltas que ameritan ser llevadas a los tribunales del Estado. Para mí ellos son personas, fundamentalmente.
Personas que tienen un valor muy grande, igual al de cualquier otra, y que merecen atención porque han estado muy marginados.
LM.- Oye, Pablo, ¿Cómo es posible que en 1987 existan en Chiapas 750 mil indígenas ajenos totalmente a la Era que estamos viviendo?
PR.- Porque estas gentes saben que ese mundo que ellos conservan es el que les ha permitido sobrevivir a pesar de la agresión occidental. Por eso existen y por eso son dignos de respetarse. No de guardarse como piezas de museo. No. Tampoco tratamos de hacer un escaparate humano... La idea fundamental está en una educación bicultural. Que la gente, sin perder sus tradiciones, sin perder su lengua, aprenda también las formas modernas de la cultura.
LA TUMBA DEL GRAN PAKAL
Todo Chiapas está asentado sobre un gran monumento arqueológico:
Palenque, Bonampak, Chicantic y Toniná.
Muy temprano tomamos una avioneta para visitar las enigmáticas y admirables ruinas de Palenque. Acompañados por un inmejorable guía, Thomas Lee, director de la fundación arqueológica Nuevo Mundo, organización norteamericana que se dedica al estudio y exploración de zonas arqueológicas.
Sobrevolamos la Selva Lacandona, la reserva ecológica más importante de México, donde se encuentran las hermosas lagunas de Montebello, para aterrizar en Palenque y visitar el Templo de las Inscripciones, y entrar hasta la tumba del Gran Pakal, que gobernó Palenque cerca de 70 años (615-683). Empezamos a subir las escalinatas de la pirámide, que está en parte apoyada sobre el cerro. En la plataforma superior se encuentra el templo, en cuyo piso de grandes losas talladas fue descubierto el pasadizo que conduce a la cripta del Rey. El ambiente sofocante de las angostas escaleras y el esfuerzo realizado para llegar a la tumba, hace que uno se sienta debilitado, como si Pakal forzara a todos sus visitantes a rendirse para llegar a él. Ahí admiramos en el sarcófago funerario "La Cruz" detrás del personaje, que representa la Ceiba, el árbol sagrado de los Mayas. A Pakal, en un simbolismo que sostiene que, al igual que el sol, Pakal desciende y asciende a los cielos en un ciclo cósmico interminable.
Aquí está toda la noción maya del ciclo muerte y resurgimiento eternos en una unidad.
La salida es también pesada, a tal grado que hasta al de mejor condición le duelen las pantorrillas.
Aun así es fascinante hacer el recorrido completo. Descansamos durante unos minutos cerca de donde empieza la cortina de tupida vegetación, antes de visitar el imponente Palacio con su observatorio. Y el Templo del Sol coronado con un tocado como de filigrana.
La avioneta hace todavía una parada más para poder nadar en las cascadas de Agua Azul, antes de volver a la ciudad.
De Chiapas nos despedimos dejando un mundo que nos parece extraño. Y que sin embargo existe, dejando un embrujo que nos remueve las ralees. Y a otros como a Pablo Ramírez, lo abraza como una diáspora maya moderna, que tiene el sentir de un pueblo que no pierde sus formas. Gracias a personas como él, un "hach winik" guanajuatense.
10 Febrero/1987
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