Jaime Garcia Maffla - La poesía es un momento del alma, la nostalgia transparente del pasado
Actualizado: 16 dic 2020
Estoy plenamente convencido de que los seres humanos más altos, los que han determinado la Historia, han pasado por el mundo en silencio. No han tenido ni la pretensión, ni la debilidad, ni la vanidad de escribir o pintar". Es el poeta colombiano Jaime García, autor de siete libros, perteneciente a la generación de Mito (junto con Gaytán Durán, Eduardo Cotelamus y Fernando Charry Lara), quien con asombrada sencillez habla haciendo poesía.
Durante el café, mientras escucho a García Maffla, veo su rostro de un Cristo de ojos azules, barba recortada y frente limpia, de complexión extremadamente delgada que arriesga la vida en cada palabra liberada, al tiempo que exhala el humo del amante cigarro.
PRIMERO ESTA LA VIDA
Para el poeta Jaime García la poesía es necesaria para la vida.
Es lo único que ayuda a vivir, que explica la vida frente al hecho de ser. "Si uno se despierta ante el hecho de ser, sólo tendrá a la poesía para que lo acompañe, aunque no lea poemas". Porque la vida para él es definitivamente mágica, y la poesía explica a la magia.
Pero sigue siendo la poesía la que desgasta, la que daña, la que vive en función de esa exigencia. A Jaime, ella le ha roto el contacto con el mundo inmediato, sus relaciones familiares, relaciones cotidianas...
Porque la profesión de hombre está antes que la de poeta.
"El hombre que más profundamente ha pensado sobre la poesía en el Siglo XX es Breton. Breton tuvo una actividad personal muy clara, muy directa; no ese salto que dan los orientales (los poetas chinos y los japoneses se apartan de todo). En Occidente algunas personas después que han conquistado un lugar en la poesía optan por quedarse sin hacer absolutamente nada, en un rincón todos los días. Se puede hacer, pero porque la profesión de hombre se ha cumplido. Alguien decía: "La crisis de la humanidad es crisis de santos, no de poetas".
Un poeta es lo menos poético del mundo. Poético es un gran pianista, poético es un gran artista de cine. Los escritores hoy todos hablan de la palabra y de la palabra, pero olvídate, la palabra sangre existe porque existe la sangre; la palabra cielo existe porque existe el cielo; la palabra dolor, porque existe el dolor. Primero está la vida y después la poesía".
LA CREACIÓN NO SE ESCOGE
Jaime García interrumpe su voz, dando algunos silencios a sus frases, pues parece ser que en su interior se atropellan las ideas que luchan por salir sofocadas por la intensidad con que bullen en su ser, al explicarme cómo entró la poesía en su vida: "Creo que la creación no se escoge. Es como una fatalidad. Yo no sé por qué leyes, naturales o sobrenaturales, llega una persona a la creación, pero no la puede evitar. Cuando una persona puede dejar de ser escritor o poeta, es porque no lo sería jamás verdaderamente.
La poesía no es una profesión social. No corresponde a ninguna de las profesiones liberales que se escogen por conveniencia o por tradición. Realmente el poeta es una persona que sirve únicamente para escribir versos.
En esta limitación radica su grandeza. Porque utilidad en sentido comercial no tiene, un poeta muy grande no podría vivir de sus libros. Ni Octavio Paz puede, y eso es un hecho comprobado. Tal vez el único que podría vivir actualmente de sus versos y eso sería Bécquer, por las rimas de amor.
Tal vez Neruda, por lo multiforme. Hay un buen mercado de lectores de novelas que lo hacen por entretención, por distracción. La poesía es todo lo contrario. Hace volver a la tensión original de vivir. La conciencia de vivir, eso es la poesía. Mantener esa tensión del hombre frente a su alma, frente a su vida. Renovando y profundizando la tensión del espíritu, la poesía es a mi juicio la más alta manifestación del espíritu humano".
EL QUE HABLA POR TODOS
¡Y cuál es la función del poeta en la sociedad?
"En ese sentido, yo comparto las palabras de Antonio Machado:
"El poeta es aquel que habla por todos, que dice lo que todos sentimos". Cuando una persona descubre que es poeta y decide serlo, no importa cómo se gane la vida,
él utiliza todos los momentos del día en función de su obra. Un ejemplo extraordinario es Juan Ramón Jiménez, recogiendo de la experiencia cotidiana los materiales que lleva el poema. -Con el ambiente envuelto en humo, García Maffla misteriosamente queda atrapado en la mente del que le oye-. "La poesía no es fantasía ".
Cien Años de Soledad no es poesía, es literatura. La literatura utiliza el lenguaje para contar cosas, para fabular, para crear mundos. Hay momentos en que la literatura se acerca a la poesía, y entonces deja de contar cosas, y los novelistas se hacen ilegibles. Ulises es la mejor novela de la humanidad, pero nadie la leyó y a nadie le interesa leerla, porque su lenguaje se acercó a lo poético. "Joyce, esto lo dijo Borges, debió ser poeta ". La poesía crea con el lenguaje un momento de emoción que se aparta del contenido. Eso es la lírica. La emoción pura sin contenido anecdótico.
Por eso no hay que olvidar "La canción de otoño " de Rubén Darío, en lo que se refiere a su significado. No importa qué dijo, la nostalgia del pasado está ahí transparente, y en eso se diferencia la literatura de la poesía".
Se detiene unos segundos y agrega para terminar. "Estoy convencido de que el mejor poema de la humanidad dice así:
Estoy solo.
Sin ti y sin cigarrillos. (Risas).
Para un verdadero poeta como lo conocí en Jaime García Maffla, la poesía es un momento del alma humana, una de las artes, de las formas de espiritualización de la vida, como la música, como la pintura. Pero la poesía moderna es para condenados como él. Porque viven gozando y sufriendo y revelando.
Como una lectura de Rimbaud:
"Senté a la belleza en mis rodillas, me pareció amarga…”
15 Enero/1989
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