Armando López Valdivia - Música actual semejante a la antigua - Los tiempos pasados
Actualizado: 3 ene 2021
-Longfellow-
Según cuenta la leyenda, Aristóteles era un fascinado del campo, donde el escenario de mares azules, hierbas y entre piedras brutas de mármol, sus intenciones poéticas y mitológicas eran acompañadas por el tañer de la cítara. Por su parte, el emperador Dionisia animaba en sus fiestas a cantantes y declamadores con liras y flautas.
En la época de Calígula y Nerón, en las celebraciones en los teatros hasta para diez mil espectadores, sonaban al unísono trompetas, aulas, crótalos y tubas; y ya en el siglo XIII, Alfonso X "El Sabio", recopiló las sofisticadas "cantigas" en honor a la Virgen María. Hoy, con la copia fiel de los instrumentos originales, una rigurosa investigación de la música en tiempos pasados y la gran afición por recrear un producto accesible a todo tipo de público, la música antigua se ejecuta en salas de concierto, en la Casa Blanca, en la explanada de la Alhóndiga o ante los 7 en la reunión cumbre de Can-Cun, donde se ha forjado un lugar de importancia "Los Tiempos Pasados".
"Todo empezó por gustos personales que coincidieron en la música antigua. Scoti Schwartz,
que tenía un laúd. Enrique Flóres, que desde los 14 ó 15 años daba recitales de guitarra y entre sus obras había varias transcripciones de compositores polifonistas para instrumentos de cuerda, como Milandia de Alonso, Gudorra y Balderrábano. Y yo, que tenía ya algunas nautas barrocas... En fin, explorando bibliografías sobre el tema y rediseñando instrumentos en base a los originales, surgió en nosotros la idea de formar el grupo, que actualmente consta de 7 miembros", me dice, el director del grupo, el ingeniero Armando López Valdivia.
LA MÚSICA TAMBIÉN ES FÍSICA
"Durante doce años me dediqué a dar clases en la Facultad de Química de la Universidad de Guanajuato, Y también a la investigación.
Todavía tengo que ver con esas actividades, pero cada vez me he enfocado más a la música, que también es física e investigación científica (musicológica)".
LM.- ¿En tu vida cuándo empieza la música?
AL.-Desde pequeño, siempre he tenido relación con la música, culta Y popular.
LM.- ¿A qué llamas música culta?
AL.- Pues a la música más intelectual, más pensada, con una estructura más complicada. La música popular está basada en fórmulas armónicas y melódicas más sencillas. Para saber cómo
está estructurada la música gótica, por ejemplo, necesitamos más información musical que para analizar la música popular.
Obviamente, la música culta y popular se emparentan en un momento determinado, pero una requiere de mayor trabajo cerebral que la otra.
Me es imposible contener la curiosidad, pues estamos rodeados de una variedad enorme de instrumentos, largos, delgados, cuadrados, abultados y pequeños, que cuelgan de las paredes, sobre las mesas enfilados en el peso, y ¡hasta en canastas!. Aquí están reunidos unos 250. Ya el hecho de tener estos instrumentos tiene su mérito. Conseguirlos debe ser difícil. Prosigue: Y aquí es donde se complican muchísimo las cosas, porque se puede discutir por ejemplo si lo que están haciendo los vanguardistas es realmente nuevo, ya que las estructuras que utilizan son hasta cierto punto las mismas que se utilizaron en todas las épocas.
LM.- Entonces podemos hablar de un redescubrimiento en su música...
AL.- Sí, claro, redescubrimos javas verdaderas, que si yo las interpreto o si las interpreta otro no pierden su sentido, si acaso producen un efecto diferente.
Vuelvo a distraer mi atención hacía un grupo de instrumentos, especie de violines que despegan de la pared por sus formas abultadas. Uno de ellos tienen forma esférica. "Se llama "Quemanrra"
y es un instrumento que se ha usado desde hace dos mil años", me explica Armando. ¿Y ese otro que parece una cuchara?
-Es de la familia de la ruba y existe desde hace más de dos mil años- y comprendiendo que
pediré más respuestas, Armando se adelanta para decirme: "El de cuello largo que está junto a los oboes chinos es de Mongolia y se usa desde hace más de dos o tres mil años". Descolgando de la pared un tipo de bastón café con herraje dorado en la punta, lo toca sacándole algunos sonidos agradables -se llama Orlo o Doblado-. Otro de los instrumentos que más me interesa es uno con concha o caja de tortuga, de Marruecos. De un estuche saca un trombón chiquito, dorado. Se llama "sacabuche". A un salterio, Armando le rasga sus cuerdas para que muestre sus tonos. Esto es como tener un cofre que permite palpar un pasado musical y que hoy forma una valiosa colección de esta agrupación.
NO SOMOS PURISTAS
LM.- ¿Cómo se llama ese instrumento triangular que está junto a ti?
AL.- Es la balalaika. Y ése es un sitar de la India. Y el otro es una lira cretense. Aquella es un arpa medieval. Este es de Portugal, es una viola. Aquí hay un metalófono. Este otro es el dulcimen
egipcio, de la época del Rey Salomón, mencionado por la reina de Saba. Luego hay...
LM.- ¿Cuántos instrumentos tocas en las presentaciones?
AL.- Alrededor de 20 o 25 instrumentos en un concierto. Claro, depende del concierto. Generalmente todos variamos los instrumentos.
Hay quien se inclina por las percusiones; otros, por los instrumentos de arco; otros más, por los instrumentos de viento.
UNA VERSIÓN ANTIGUA DE LOS ROLLING STONES
LM.- ¿Hasta qué época llegan tus conocimientos musicales?
AL.- Hemos abarcado desde el año 200 a.c. hasta nuestra época.
En nuestros primeros conciertos tocábamos música del siglo XII, hasta música de los Rolling Stones, interpretada con instrumentos antiguos. De hecho muchos músicos de vanguardia, inclusive rockeros, están nutriéndose de la música antigua. Los primeros vanguardistas que hicieron esto, son los que nosotros llamamos impresionistas, como Debussv y Ravel.
Todos ellos tuvieron contacto con las músicas exóticas de Oriente, que es donde la música antigua sigue todavía viva. Fueron a la India o a Arabia, donde está viva una música milenaria. En cambio, en nuestro país, los conquistadores acabaron con la cultura musical de los pueblos indígenas. Aún así, tenemos en nuestro repertorio música mexicana compuesta durante los siglos XVI, XVII y XVIII. También música recogida por tradición oral de los cómicos de la legua. LM.- Bueno, pero si no la tienen escrita, ustedes han fantaseado, podríamos decir...
AL.- Todo mundo ha fantaseado sobre la música antigua. Como no hay nada que se haya conservado audible... Los datos provienen de fragmentos de partituras o escritos.
Una investigación científico musicológica, como todo, empieza curioseando; después se quiere tener un instrumento de la época para ir adentrándose.
Así, en base a la información de la música actual y de la música antigua, recreamos una obra que nadie de nuestra época ha oído.
Entonces viene a ser un poco como una música.
LM.- ¿Qué diferencia encuentras entre un instrumento antiguo auténtico y su copia reciente? AL.- Nunca vamos a saber cómo se oía un laúd de la época con sus cuerdas de seda, que ya no existen, pero un instrumento suena en forma muy semejante al original si está reproducido con base a la información sobre el auténtico.
Es importante saber la forma en que se afinaban los instrumentos y las características del diseño acústico-mecánico. Nosotros usamos instrumentos antiguos, auténticos o copiados, pero los combinamos con otros de diseño moderno que tienen un timbre interesante, porque no pretendemos reproducir con exactitud la música antigua, sino hacer música actual semejante a la antigua.
No estamos especializados en un determinado siglo, somos los menos puristas y los más irreverentes. Todo esto nos ha dado una gran posibilidad de comunicación con el público. Lo que hacemos nos gusta hacerlo y lo recreamos sin ningún miedo.
LM.- ¿Y cuál es la reacción que tú ves en el público?
AL.- Por la experiencia que he tenido y los comentarios que me han hecho, sé que la gente que nos oye por primera vez se sorprende al ver que nuestros instrumentos producen timbres que no le aturden, que al contrario, le brindan por lo general un evento de agradabilidad, recordándoles instrumentos que solamente han visto en museos o en libros. Esta música tiene ingredientes como la sensualidad, que lo mismo puede tener la música latina o bien el rock.
Sergio Sandoval Antúnez, Eduardo Arámbula, Ignacio Vázquez, Edith Contreras, Lourdes Ambriz, Enrique Flórez y Armando López Valdivia han destapado con Los Tiempos Pasados el origen de la música popular, de los corridos, de las canciones románticas y de la música sensual para danzar,
pero también el origen de la música culta polifónica que desarrollaron ciertos músicos durante la
Edad Media y el Renacimiento.
Esta entrevista podemos concluirla con palabras del mismo Armando: "Con la música de tiempos pasados, estamos unidos a las generaciones anteriores. Conservando, al menos en estado potencial, las experiencias de nuestros antepasados, preparamos el futuro; este arte sagrado es la incitación al viaje".
1 Mayo/1987
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