Palabras Previas

Si la actividad constructiva pudiera tener un nombre de mujer, seguramente ese nombre seria el de Luz Marcela Vera.

Desde hace más de un año, los lectores de a.m. buscan con avidez, en las mañanas dominicales, la serie GENIO Y FIGURA, en la que van encontrando, una a una, las figuras más relevantes de la vida política, social, industrial y cultural de Guanajuato.

GENIO Y FIGURA ha sido, en nuestro medio, la primera labor periodística con esa intención y alcances. Si conserváramos testimonios así de otros momentos históricos, Guanajuato dispondría, a no dudarlo, de valiosas fuentes de información sobre su vida y costumbres. Gracias a Luz Marcela Vera, el investigador del futuro podrá encontrar puntos de referencia válidos para precisar la naturaleza y alcances del momento actual.

Luz Marcela ha logrado dejar, con este trabajo, un importante testimonio de su Estado y de su tiempo, reuniendo una colección de instantáneas sociales y personales de los hombres y mujeres claves. Artistas, políticos, industriales, hombres de cultura, vierten en torno a sus experiencias sobre temas diversos, todos ellos seleccionados con inteligencia y amor. De la suma de todos estos trabajos, publicados uno a uno en las páginas dominicales de a.m., surge un documento de indiscutible valor periodístico.

Luz Marcela Vera Aceves - hoy, de Castro Busso -, leonesa de hondo arraigo, hizo sus estudios en el Instituto América, de su ciudad natal, habiendo verificado después cursos especiales en Irlanda. Casada y madre de cuatro vástagos, ha realizado en beneficio de su Estado y de su región una labor benemérita admirada por propios y extraños: de ella, debe subrayarse la formación de numerosas escuelas de alfabetización y la creación del Banco de Ojos, primer instituto de su naturaleza en la Entidad. La trascendencia social de ambas obras de Luz Marcela merece la gratitud de su patria chica.

Mujer de sensibilidad extraordinaria, ama la naturaleza, el arte y la lectura. Iniciada en el periodismo hace apenas un año, nos deja, con el trabajo que ahora tiene en sus manos el lector, una prueba patente de sus inquietudes y de su conocimiento del medio que la rodea.

Este trabajo es, a no dudarlo, producto de un espíritu alerta, sensitivo para apreciar lo bueno y lo valioso dondequiera que se encuentre: trabajo de inquisición sobre otros espíritus; búsqueda de las esencias del alma humana.

León, 6 de noviembre de 1987.